Octavio Rodríguez Araujo
Una alianza contra el PRI en estos momentos parece urgente, sobre todo si su precandidato a la Presidencia para 2012 es el opusdeísta Enrique Peña Nieto. Más todavía si se toma en cuenta que es el elegido de Televisa y de la más alta jerarquía eclesiástica del centro del país. Sin embargo, esa alianza no quiere decir que los enemigos de mis enemigos sean mis amigos. Esto es una tontería. ¿Cómo explicar coherentemente que los perredistas se unan con los ultraderechistas del Partido Acción Nacional para derrotar a un PRI que poco se diferencia del blanquiazul? ¿Por una suerte de
Me temo que nuestros políticos ya perdieron la brújula, quizá porque la realidad se les escapó de las manos, se les adelantó y los tomó por sorpresa y ahora no saben qué hacer. ¿Divide y vencerás? Esto sería un argumento falso, y no sólo por simplificado. Al intentar separar al PAN del PRI lo único que se está haciendo es darle fuerza al primero en momentos en que su presencia estaba, como demostraron las elecciones de 2009, a la baja, en un declive preocupante para ese partido y para su presidente que reside en Los Pinos.divide y vencerás?
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