domingo, 27 de septiembre de 2015

EL DÍA DE LA INDIGNACIÓN

Un canto de justicia que no es, ni será, un último intento. No es rendirse ante la caída, ni desistir aunque se llore, aunque se sangre. No es pensar solo en uno mismo. Si así fuere, no dolería.

Que no se agoten las fuerzas, ni la energía, ni la alegría, ni el clamor. Que no se apague la luz. Que ante la ausencia del cuerpo el alma persista y el recuerdo y la rabia… junto con el amor.











































































*El colofón: Ellos, la esperanza...