martes, 17 de mayo de 2011

Asesinar por homofobia, un crimen sin castigo

Este artículo se publicó el 6 de mayo, pero lo comparto en el contexto del día mundial contra la Homofobia. Quetzalcóatl, sigues viviendo entre nosotros con tu lucha e ideales que ya son de tod@s. D. E. P.




El crimen de odio cometido en Guerrero convoca a la comunidad LGBT a protestar y unirse a la "Marcha NO más sangre" a modo de protesta por la impunidad ante los crímenes por homofobia.

Redacción Anodis


Por Antonio Marquet

Nuevamente un gay es asesinado con saña: Quetzalcóatl Leija Herrera, presidente del Centro de Estudios y Proyectos para el Desarrollo Humano Integral (Ceprodehi). Sucedió en la madrugada del 4 de mayo en las inmediaciones del Zócalo de Chilpancingo, Guerrero.

En contraste con el anonimato que se ha convertido en un siniestro hábito, conservamos los trazos claros del retrato de Quetzalcóatl: Un joven que se levantó y exigió justicia, igualdad y respeto en el congreso local para lo que este sistema ensoberbecido considera la hez. Un ciudadano que denunció 16 casos de gaycidio cometidos en su Guerrero natal. Es preciso desengañar a los supremachistas: Quetzalcóatl es un activista que ni con su muerte se quedará callado, porque Leija Herrera es dueño de una incalculable herencia: nidos de víboras emplumadas que reiterarán la demanda de justicia que él hizo con vehemencia y con valor, una sola justicia para todos nosotros.

El delito de esta nueva versión del David que fue Quetzalcóatl, consistió en exigir justicia en un sistema gaycida putrefacto que delata signos de desfallecimiento por todos lados. Pretendieron limitar su destino; acallarlo con sus armas, piedras, con golpes asestados en la oscuridad de la noche, sin testigos. Es la manera de proceder de grupos supremachistas, guiados por el odio, animados por el sexismo. Sus piedras revelan el momento en el que viven: la Edad de piedra y la clase de contundencia que anhelan: la muerte violenta para hacer que sobreviva su régimen heterosexista. Son movidos por la desesperación ante el ocaso de su ruin Heterolandia rezandera y católica. Son cavernarios, como lo son el despreciable presidente y el ignorante ex procurador chihuahuense de justicia que firmaron el recurso de inconstitucionalidad contra la universalidad de los derechos para todos y cada uno de los mexicanos, contenida en la Ley Razú. Como es la ridícula diputada nepotista, Sor Marianita Gómez del Campo, marchito, como su encuesta de odio contra la comunidad LGBT.

Todos ellos pertenecen a un partido que ha demostrado la mayor ineptitud e inconsistencia de la historia de México, partido por el que vota una parte de la comunidad LGBT (no hay que olvidarlo), partido al que se vendió la urocacica que pretende apoderarse de la voz de la comunidad (we shall never forget).

Con Quetzalcóatl Leija Herrera cae abatido otro gay ante la violencia heterosexista que no cesa: El causante directo de este asesinato es el discurso excluyente de la iglesia católica y del estado conservador.

Una dupla de cavernarios que fomenta la violencia contra la diversidad laica y predican un sistema de misericordia narcisista donde solo tiene cabida quienes “rezan” como ellos y levantan altares ensangrentados a primitivos dioses de ira.

¿Acaso debemos esperar a los resultados de las investigaciones, cuando sabemos perfectamente lo que pasa cuando se trata de un crimen de odio contra un miembro de la Nación Queer? ¿Debemos esperar, es decir perder el tiempo, cuando la comunidad gay conoce perfectamente el modus operandi de la policía: cuerpo de criminales, protectores y socios de los grupos que proceden con crueldad extrema para tener inmovilizada a la sociedad?

Salgamos el domingo a unirnos a la Marcha siciliana a exigir justicia por un miembro de nuestra comunidad abatido con saña. Salgamos al facebook, al twitter a repetir el nombre de Quetzalcóatl Leija Herrera, un joven que ha dejado una herencia incalculable: exigir justicia; pedir respeto; luchar por la igualdad sin reservas.

Fuente: Anodis

Basta de Homofobia

Los Postmodernos

Manuel García


La homofobia que mata, la que es producto de la ignorancia como toda la violencia que vivimos, la homofobia que castiga y fustiga, que oprime y reprime, la que condena y humilla, la homofobia de gobernantes y las religiones, la homofobia que se padece en los campos y ciudades, la que se sufre en aulas y hogares, de esa homofobia que existe aún estamos hartos.
La primera institución que nos impacta, nos impregna o nos permea es la religión y en ella hay preceptos absurdos y estúpidos basados en ideas de hace cientos o miles de años, cuando la humanidad era inmadura e ignorante y en lo que se piensa en esas instituciones están los destinos de millones de seres humanos en la Tierra.
Las ideas y valores religiosos son viejos y retrógrados, reduccionistas, supersticiosos y llenos de obsesión por el control y el poder. La época de las religiones ha llegado a su fin a menos que se modernicen y evolucionen, si permanecen en la imposición fascista de falacias y manipuladoras maneras de atemorizar a los hombres están condenadas no sólo a desaparecer sino a ser barridas por las inteligencias que han decidido no callar.
Por cientos de años los humanos pensantes y creadores han sido perseguidos y llevados a la hoguera, al ostracismo o a la horca y por eso muchos se refugiaron en sectas clandestinas o el silencio para poder sobrevivir y construir nuevas realidades. Hoy eso se acabó. Alzar la voz ha sido la bandera desde hace décadas en que los que estamos contra el pensamiento único y credulidad absoluta potenciamos nuestro ser.
Hace unos días recibía yo un mensaje por internet de un lector de mi blogg que alegaba que estaba de acuerdo que yo fuera ateo pero que de ninguna manera aprobaba que dé a conocer ello porque eso genera dudas en los que me leen. Osea que él cree que la libertad de expresión y pensamiento hacen daño, me parece que más daño hace la ignorancia y la cerrazón de la mente.
¿Quiénes son los más ignorantes? Los que más miedo padecen, los que no leen libros, los que ven novelas, los que son esclavos de las emociones, los que se aterran de que su mundo de mentiras y confort pueda variar, cambiar, transformarse en un mundo de verdad porque ello les haría asumir las responsabilidades de su vida. Es más fácil culpar a dios, las vírgenes, los ángeles, a los demás de su patética y miserable existencia mediocre incapaz de querer ser mejores personas.
Las mentes inteligentes han convivido desde siempre entre sexualidades distintas, religiones diversas, culturas ajenas, porque logran conectarse cerebralmente, porque los que leen gustan de debatir sin importar el género o la orientación sexual, porque han entendido que todos somos la misma esencia y que en esta experiencia de vida debemos tratar de entendernos y entender a los demás, que debemos de intentar aprender del resto para hacer más rica nuestra experiencia que es única e irrepetible pero además han comprendido que el que lee, el que sabe, es libre y ello les libera de amos de cualquier tipo.
Las religiones, las instituciones financieras o gubernamentales que hemos conocido hasta ahora han buscado el control de las personas con el afán de que unos cuantos se erijan como amos de todo y se atreven a vender bosques para levantar edificios y casas que venden especulando matando ecosistemas con ello, esclavizando humanos, por eso hoy decimos no a la homofobia y sí a la inteligencia porque al dejar los miedos volaremos hasta donde queramos como seres humanos sin categorías.
Hoy 17 de mayo exijo como millones en México que todo el país tenga leyes capaces de brindar matrimonio u adopción universales para que sin importar si seamos heterosexuales u homosexuales vivamos como humanos.

Fuente: Milenio