La priandilla
Molesto como una astilla
nos resultó el pinche pri,
gente de mala semilla
que es un lastre de por sí.
Y pese a la podredumbre
que se ha probado estos
días,
ellos como es su costumbre
usan las supercherías.
Esos venden a su abuela
con tal de tener la
“silla”,
no disimulan su escuela
las ratas de la
priandilla.
Este es el robo del año
y cínicos y palurdos
ponen cara de “qué
extraño”,
y hasta nos tachan de
absurdos.
No les hacen ni cosquillas
la honradez y la moral,
en doblez son cabecillas
y en simulación...igual.
Vivimos tiempos canallas
-desde que tengo memoria-,
¡¡rompamos ya esas
murallas
y cambiemos nuestra Historia!!Momis
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