domingo, 24 de julio de 2011

PROTESTA ANTI-TAURINA



Nosotros tenemos manera de expresar lo que sentimos, cuando algo nos duele, cuando tenemos hambre, cuando estamos felices y relajados, cuando nos sentimos a gusto, cuando tenemos frío o calor. Si algo nos parece injusto o incorrecto, hacemos uso de ese derecho a expresar ese descontento, esa inconformidad.

Pero hay otros seres que no pueden expresar lo que sienten (aunque yo pienso que sí, solo que no sabemos escucharlos... o no siempre queremos hacerlo, ¿será más cómodo así?).

¿Quién habla por ellos?, ¿quién se pone en su lugar?

La mal-llamada "fiesta brava" no tiene nada de festivo, ni de patrimonio cultural. No es moda, ni es sinónimo de estilo de vida. No es entretenimiento, mucho menos es diversión, a menos, claro, que por un instante, así sea un minuto, pongamos a un individuo a gatas y le ensartemos en la espalda unas cuantas banderillas mientras lo hacemos enojar para terminar matándolo (atravesándole "magistralmente" el corazón con una espada... y eso si no nos falla el tino) por su obvia reacción a ese constante chingarlo "solo por diversión".

Ya me contarán entonces qué tan entretenido es el asunto y qué tanto hay de "faena" en el hecho.

Imágenes de la protesta...











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* El colofón: ¿Qué tan cierto es aquello de 'el nivel de conciencia de los pueblos se mide por el respeto con el que tratan a sus animales'?

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