viernes, 25 de febrero de 2011

POR LA FAMILIA REYES SALAZAR



¿Qué se puede decir?
¿qué se puede ofrendar?
¿cuántas lágrimas para dar?
¿qué consuelo otorgar?


Yo no tengo palabras, menos cuando trato de imaginar lo que es que una madre sea informada de que dos de sus hijos han sido encontrados muertos en una gasera.

Me sobra indignación, pero también impotencia. ¿Qué se puede decir que no se haya dicho antes?, ¿de qué manera se puede seguir haciendo llamados a la sociedad?, ¿en qué idioma?, ¿con qué términos?, ¿qué más convocatorias se necesitan?, ¿cuántos madrazos más a la sociedad?, ¿y de qué tipo?: ¿con golpes a gremios?, ¿con guarderías incendiadas?, ¿con ancianas indígenas violadas?, ¿con mineros enterrados?, ¿con fraudes electorales?, ¿con represiones a lo bruto?

¿Cómo hablamos en nombre de los que están siendo mancillados hasta la muerte para que ya no siga sucediendo?

¿De verdad se puede permitir tanto en nombre del poder?

¿?

Me cuesta trabajo asimilarlo, quizá porque ayer estuve con esta familia y amablemente y con toda la entereza me contaron su historia. Hoy sentí tremendamente frustrante y doloroso llegar al mismo lugar, ya no ver la carpa y pensar que la familia ya no estaba porque se había ido a que les entregaran a sus muertos...








La compañera Gatis Gatin nos acompañó y realizó un breve y muy sencillo performance...






*****

* El colofón: Las lágrimas no siempre son suficientes y de nada sirve decir que se ofrece el corazón si solo lo decimos de palabras, o de manera virtual a través de las redes sociales.

Es cierto: nadie dijo que sería fácil, ni sencillo, ni tan simple, pero ojalá de verdad todos hiciéramos el mejor esfuerzo. A veces desespera ver siempre los mismos rostros haciendo acto de presencia solidaria... ¿en dónde quedan los demás?, ¿en dónde quedan esos pregones y pregoneros de la unidad?, ¿en dónde? ¿?

EN CD. JUÁREZ LA MUERTE ES UNA CONSTANTE (FAMILIA REYES EN EL SENADO)



¿Y por qué tendríamos que irnos, si esta nación es lo que tenemos?; ¿y por qué tendrían que invadirnos, si esta nación es nuestra casa, la casa que amamos y queremos?

La historia de la familia Reyes es una historia de lucha social. Su vena de activismo pareciera heredarse de sangre (ojalá así se heredaran estos valores: a través de los genes).

El día de hoy me apersoné para conocer un poco más de esta historia, aprovechando que parte de la familia Reyes se encuentra en plantón en la afueras del Senado. Su historia es una más que se suman a las muchas que ya no son extrañas en este país: la sangre de civiles que se derrama, las amenazas de muerte que se cumplen por el "delito" de levantar la voz y no permitir los atropellos, ni siquiera a los que parecen invencibles

Hermana, hermano y cuñada levantados, hijo asesinado y una madre ejecutada es el saldo que tiene en su haber esta familia y el silencio criminal de las autoridades es la constante. Marisela y Olga Reyes cuentan su historia a todo aquel que se acerque para escucharla con interés, con amabilidad y disposición y de repente se detienen un poco para poder seguir narrando. Por supuesto, ellas se suman a los millones de mexicanos que no bajan a Calderón de usurpador y asesino. Platican de la enorme cantidad de abusos que cometen las fuerzas armadas a la sociedad civil en Cd. Juárez; narran como los soldados se meten de manera impune a los hogares para saquearlos, ¿y al hogar de la familia Reyes?: para amenazarlas y con esto queda constancia de que no es verdad que el pseudo-gobierno de Calderón esté velando por el bienestar de la sociedad y también abre la enorme interrogante para tratar de ahondar si realmente tanta matanza se debe al narcotráfico y únicamente al narcotráfico, o si se está amedrentando a la población para justificar una posible intervención armada cada día más inminente.

La lucha de la familia Reyes, su entereza y su enorme dignidad nos hace ver más allá, pues deja sin justificación alguna a todos esos mexicanos de octava que piden a gritos la intervención norteamericana, pues no es posible que mientras una familia esté exponiéndose de esa manera por defender causas justas, desde averiguar quiénes y qué intereses están detrás de tanto feminicidio, hasta oponerse a un basurero radiactivo gestionado por la familia Bush, muchos mexicanos estén literalmente bajándose los pantalones ante el país imperialista e injerencista por excelencia.

Los compañeros del Comité Delegacional Benito Juárez (MoReNa), el Colectivo 2 de Julio (MoReNa), las Redes Universitarias (MoReNa), estudiantes universitarios pertenecientes a la COMECOM y compañeros del SME son solo algunos de los grupos que han hecho acto de presencia en apoyo a la familia Reyes, pero aún así se sigue lanzando la petición: apoyemos a esta familia, apoyémoslos en el plantón que tienen en las afueras del Senado. Hagamos acto de presencia, así solo sea para saludar a estas valientes mujeres. Seamos eslabones de solidaridad. Cuando escucho de voz de estas mujeres sobre el nivel de violencia que impera en Cd. Juárez, de verdad que me cuesta trabajo imaginarlo, pero el que yo no pueda imaginarlo no omite el hecho de que el eco de las balas se acerca día a día al DF.

Las imágenes de hoy:












*****

* El colofón: Marcelo Ebrard sigue haciendo de las suyas, pero a diferencia de las gestiones anteriores en la gubernatura del DF, Marcelo Ebrard no se la acaba con protestas y rechazo generalizado.

Aquí algunas imágenes que muestran a los colonos de Azcapotzalco, quienes salieron en nutrida manifestación para oponerse tajantemente a sus afanes privatizadores en dicha delegación. Alguien que antepone los intereses de la IP por encima de la sociedad no es de izquierda...