jueves, 3 de febrero de 2011

CUANDO LA HIPOCRESÍA MORAL DEJA DE LADO LO IMPORTANTE

La imagen ha circulado en redes sociales desde diversos ángulos, así que elegí la que mejor se leía aunque los rostros de los diputados del PT que la mostraron en el Congreso no se ven del todo, aunque ni falta hace, total: ya los medios masivos del sistema andan 'ardillas' con el hecho de que el diputado Gerardo Fernandez Noroña haya sido el de la idea de mostrar una manta así.

¿Y qué muestra la manta de la ignominia?...



Los puritanos de las formas olvidan que, por cierto, en naciones en donde la sociedad ya tiene otro tipo de conciencia política y social (será que tienen la bendición y fortuna de no tener la señal de televisa), desde cuando este individuo ya hubiera sido removido del cargo que, para variar y para sumar a las muchas acciones que ha cometido en contra de la nación, no ganó de manera democrática, así que lo que dice esta manta no es nada si lo comparamos con el derramamiento de sangre que en México se está llevando a cabo, sangre que pareciera fue la consigna para poder legitimar a un ser que jamás podrá ser legitimado.

Es curioso como se pasen por alto declaraciones de Calderón denigrando la vida de los mexicanos y demostrando lo poco que le importa (¿recuerdan lo de 'pérdidas colaterales'?) mientras se pega el grito en el cielo porque ese mismo ente es el que se muestra en la manta con una frase que lo describe en su cruda realidad (y ya de paso: la nuestra).

Pero mientras se espantan con el petate del muerto y López Dóriga hace el trabajo sucio (para eso le dan su chayote), he aquí una nota publicada en Ciudad Capital que habla de los verdaderamente trascendental y que, por cierto, menciona en algunos renglones lo que muchos mexicanos venimos vislumbrando y que hemos discutido en estas mismas redes sociales respecto a la presencia del ejército en las calles del DF, bastión fuerte de izquierda y, por supuesto, del López-Obradorismo:

Los señores del narco y la elección del 2012

* El colofón: Esas actitudes espantadas y de modales y educación mal-enfocados me llevan a pensar en el hecho de que nos preguntamos porqué en en otros países sí suceden las cosas (Egipto) y aquí no. Si una manta que muestra la cruda realidad hace que algunos pongan el grito en el cielo (¡una manta!), quizá ahí esté la respuesta a porqué aquí no suceden las cosas.

¡Ah ..., México!

Y por cierto: YO NO LO ELEGÍ PARA QUE DIRIGIERA A MI PÁIS, ANTES BIEN, ESE TIPEJO SE ROBÓ MI VOTO